viernes, 29 de mayo de 2009

Double KOI



Se me olvidaba lo que pueden llegar a doler los tatuajes. Esta vez, la aguja se aventuró a recorrer la parte baja de los riñones y la columna, esa zona ultra sensible. Y que decir de la vibración que te remece por completo desde las vértebras. Double Koi, Double OUCH.
Y al final siempre terminó con la misma pregunta. ¿Por qué me tatúo?
Por lo menos ahora todo parece más armonioso. Me queda rellenar los espacios vacíos y luego a esperar por un tiempo. Tengo que dejar algo de espacio para Camden Town.
De todas formas mi tatuador es un talento. A mano alzada me hizo el dibujo en la espalda, luego de las pocas indicaciones que le dí; “Dos peces Koi, chapoteando en agua, mirando en direcciones contrarias, full japo, con transparencias y todo, shuper loco ashi… ¿rolla?”.

Algunos días antes:
Phil- Me patearon… por despreocupado.
Chris- ¿Cómo estás?
P- Bien… despreocupado.
C- Je. ¿Has vuelto a hablar con Andrés?
P- Si… que me adora. Pero no sé. Parece que estoy bien así.
C- Bien entonces… disfrute primo.
P- Me da un poco de pena. Me llama y todo.
C- C’est la vie… … ¿Cuánto tiempo?
P- 2 años… a putear nomás.
C- Ja… si eso quieres. Pero sabes que eso te deja igual de sólo… y ahora que toca el invierno. Aunque no se en que época sea peor.
P- Tú harto que llevas sólo… 2 años también ¿no?
C- Casi. Ahora estoy bien en realidad, pero no te voy a decir que no costó.
P- Te deben llamar montones igual… a mi me tapizan el feisbik con mensajes.
C- Los hombres son más jotes po vaca, aunque se hace lo que se puede. Pero sabes que mi cabeza esta en otro lado… un poquitín lejos.
P- Pff… no puedes ser más gil… mujeres… yo si que nunca voy a entender.
C- mmm… no sé si sea más fácil de este lado.
P- …
C- … ¿Tienes tiempo ahora para rayarme Neptuno?...
P- HAHA… yo también pensaba en mis tatuajes. ¿Qué será?
C- HA… no sé… ¿Y? ¿Tienes tiempo?
P- Si…. Acuérdate que el lunes vamos donde el Marlon. Pedí cuatro horas. Me voy a empezar a terminar la manga.
C- Yo le voy a dar a Piscis.
P- ¿Y eso?
C- Un par de peces. Mirando en direcciones contrarias.
P- Bueno. ¿Oriental?
C- Si. Bajo el enano.
P- Buena. Ahí hablamos con Marlon. Full Japo.
C- … full japo… ¿abres el portón?
P- Right now.
C- Vale.

lunes, 11 de mayo de 2009

¿Qué tienen las princesas en su cabeza?


¿Qué tienen las princesas en su cabeza?
Se preguntaba el Rey mientras paseaba por el jardín, y veía a su hija en su balcón. Cerca del río galopaba su hijo, reía y voceaba a los perros.
-Mis hijos deben reír-, se decía el Rey.
-¿Qué tiene en su cabeza la princesa? ¡FLORES!-, exclamó, cuando vio a su hija aspirar el aroma de una violeta que crecía en un alfeizar. Llenó entonces el castillo con fresias, jazmines y rosas, para que por donde pasase la princesa, llenos estuviesen sus pulmones. Pero la princesa sonreía, no reía.
La vio bailar un día cerca de la chimenea, cuando se turnaron con el príncipe el lugar en el piano. –UN BAILE-, exclamó, y organizó el baile más rimbombante de cuanto lograban recordar sus tierras. Llegaron todos con sus trajes multicolores, venían buscando amores. Hombres guapos del otro lado del mar, hasta elfos del bosque. Pero la princesa sonreía, no reía.
Fuese el Rey a un rincón, pensativo, abrumado. Todo lo tenía, y lo que no y quería, lo conseguía. Paseaba de esta forma por sus recuerdos felices, ya casi sin esperanza, cuando oyó una carcajada suave y dulce que le hinchó el pecho. Corrió entre la multitud, hacia la princesa.
En un instante se le inflamó el corazón y una concentrada lágrima surcó su mejilla. Sabía que la perdería, pero no había remedio.
La princesa conversaba con un alegre mensajero. Venía de lejos. Por la mañana lo había recibido el Rey con noticias de los pirineos. Se notaba en sus prendas el largo caminar, la mezcla de tierras.
¿Qué tienen las princesas en su cabeza?
Las princesas, … en su cabeza, … tienen alas.

Feliz cumpleaños hermanita hermosa. Gracias por existir.

martes, 5 de mayo de 2009

Ciencia toda poderosa

¡OH GRANDES CIENTÍFICOS, rezamos a ustedes por la salvación! Ojala puedan con toda su maquinaria, hipótesis, teoremas y raciocinios, darle vida al salvador, ese misterioso y mágico bálsamo inyectable, que nos liberará del monstruo del virus, de ese demonio microscópico y omnipotente, privador de libertades, maltratador de ancianos, que viene por la noche sin que nos percatemos y se roba a nuestros niños. Fariseo aquel que ose dudar de estos grandes científicos, que no hacen más que pensar en el desarrollo de la humanidad, en el progreso del hombre, en su salvación. ¿Nos están castigando acaso por dudar de las ventajas de la clonación? ¿Por no creer en las patentes genéticas? El aporte a la ciencia no puede ser menor que el 10% de el producto del país, el diezmo de todo ciudadano. Benditos los impuestos que me permiten aportar a los científicos desde la comodidad de mi escritorio. Háganse dueños del patrimonio genético de la humanidad, de la patente de todas las cepas de trigo del mundo, si con eso logran erigir más alta la torre del conocimiento y llegar hasta la verdad que se oculta tras las nubes en el Olimpo, vedada como está para nosotros simples mortales.

lunes, 4 de mayo de 2009

Desgano



¿Dónde estarán estas palabras? ¿En alguna máquina japonesa? ¿Entre circuitos gringos? ¿Surcando el espacio entre un par de satelites?
Las siento deshacerse y codificarse. Desgarrarse entre bits, celdas magnéticas que nada saben sino de ceros o unos, verdaderos o falsos. No ven matices, ni engaños a medias, ni sonrisas falsas. Las letras tampoco saben de su palabra.

Este espacio es mi propia fuente de deseos. Arrojo y arrojo monedas, dando la espalda, ocultando mi rostro, esperanzado de algún resultado futuro, lejano como todos los futuros. ¿Cuándo vendrá la limpiadora de piletas? Esa que se lleva los cuartos arrojados por los paseantes foráneos.

Me cuesta respirar, me pesa el pecho. Llegó el invierno, y se me ha calado profundo.