miércoles, 11 de marzo de 2009

Atacama

¿Cuanto tiempo hará que no siento el calor de otro cuerpo?
Que me siento en la orilla de la carretera, y me levanto solo para gritarle a los rápidos conductores, codiciosos, ebrios como yo, enfermos neuróticos, inmorales… esquizofrénicos…

…y luego me agacho… me alejo para admirar la forma de un fósil… redondo en su afán de perfección… de orden intrínseco, ventana de los origenes… el sol se despide mirándome estático… en el fondo aparece Venus solitaria, y siento esa daga que me atraviesa el pecho completo, con la que escribí en mi carne su forma planetaria adusta, mi destino ciego de felicidad conyugal… por lo menos resuenan tambores a lo lejos, el tumulto, un escape a la locura, una magnificación de los humores… fluidos astro-dependientes… una silueta a lo lejos es reflejada por la luna llena, la veo deslizarse por el horizonte, mover sus risos al viento… a mi derecha una niña se baña en el mar, solo veo sus ojos, y me escondo de su mirada, como un cachorro asustado que recuerda una golpiza… mi fósil, lo abrazo mudo, tomo la daga del piso y me rayo un poco más, solo un poco más…

y esos tambores??... ahí están nuevamente… porque siempre los escucho y nunca llego?... donde resuenan??... veo mi brújula agitarse en círculos… al centro??...

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