jueves, 2 de octubre de 2008

TOO

Nunca más quedaré solo.
Siempre me acompañarán mis amigos coloreados. Siempre en esta vida.
Se desbordan de mi camiseta.
Esperan atisbar el mundo en alguno de mis arranques de locura. Ese Santiago que les oculto la mayor parte del tiempo

Y las chicas, Sagitario y Capricornio, que tuve solas un tiempo, ya no necesitan cuidarse las espaldas.
Tienen ahora quien las proteja.
Quien las lleve de paseo por los clubes y la noche.
Necesitaba ser un grupo unido el que esperara la llegada de Scorpio.

No sé exactamente qué vacío estarán llenando todos. Pero que existen y antes no eran, es imborrable. El recuerdo de la sensación del momento es maravilloso. Lavé dolor con dolor, angustia y soledad con exaltación y energía. Nada más que puntadas efímeras me recuerdan lo invasiva de la técnica, los pinchazos marcando la carne.

Pero ahora lo necesito. Se convirtieron en mi droga. Cada cierto tiempo mi frío reclama, se apodera de mi la ansiedad, y digito rápido, de memoria. “¿Puedo pasar por ahí mas tarde?”. Espero no encontrarme con una negativa, si no una pinta será mi única consejera.

¿Hasta dónde llegaré?
Hasta llenar mí vacío.
Hasta vaciar mí frío.
Hasta enfriar mí angustia.

Hasta enamorar a una princesa.
Hasta enamorarme de un ángel.

1 comentario:

Abutita dijo...

Algunos, como yo, nunca llenaremos el vacío...Ni vaciaremos en frío...

Aunque sí sintamos alivio momentaneo gracias al calor inmitable que brinda compartir sentimientos con algunas personas.

Suerte y animo