miércoles, 18 de febrero de 2009

18 de Febrero

Y me enfrento nuevamente a un 18 de febrero. Nuevos 27 años ya vividos.
Y cada vez tengo menos ilusiones. O quizá sean tantas que me nublan la vista.
Por lo menos ya no combato la soledad. Abrazo fuerte ese frío que me inunda el pecho, que se vierte desde un rincón indefinido entre mis impares costillas. “Los soñadores estamos destinados a la soledad” dijo alguna vez Fiódor. A recorrer rápidos kilómetros para llegar a ningún destino. Y cuando estiro mi mano derecha hacia un costado, el frío finalmente se apodera de mi cuerpo y transforma mi expresión en una mueca desabrida, invisible y atemporal.
Esa misma mano toma el control, sube el volumen de un Sumo de Rock, y un leve calor brota desde las entrañas, mientras mi pie derecho comienza a buscar un fondo inexistente. Esa familiar angustia por noche infinita, por exaltación melómana, me entrega una sonrisa desenfrenada alimentada de locura.

Como decía el bueno de Nerón, “Quémenlos a todos, que yo ya ardo por dentro”

1 comentario:

Lilyth dijo...

es tu cumpleaños?? pues muchas felicidades!!!